La pandemia no es momento para experimentar con la alimentación
En estos días todo el mundo anda en búsqueda de vacunas, tratamientos e, incluso, de milagros para conjurar el nuevo coronavirus. El hecho es que, por ahora, ninguno de estos ha aparecido y por eso el distanciamiento físico y el lavado de manos siguen siendo las medidas más eficientes para prevenir el contagio.
No obstante, en caso de que la infección llegue, lo ideal es que encuentre al organismo con las defensas fortalecidas y para que eso ocurra es clave la alimentación. Un buen estado nutricional puede fortalecer el sistema inmune, mientras que la malnutrición lo debilita.
La nutricionista Patricia Savino Lloreda, miembro asociado de la Academia Nacional de Medicina y directora del Centro Latinoamericano de Nutrición, ofrece unas guías para que el organismo esté en el mejor estado nutricional en los tiempos del coronavirus.
Parece que no solo hay ‘fake news’ sobre tratamientos farmacológicos contra el coronavirus, sino también alimentos supuestamente milagrosos.
Sí y eso es un riesgo. Muchos alimentos, suplementos dietarios y hierbas son promocionados como si fortalecieran el sistema inmune, pero esa información es falsa o hasta puede resultar siendo publicidad engañosa. La verdad es que los suplementos no pueden mejorar o potenciar la respuesta del sistema inmune en los individuos que tienen buen estado nutricional. De hecho, tanto el exceso como el déficit de algunas vitaminas y minerales pueden debilitar la inmunidad.
¿Qué podemos hacer para mejorar una respuesta de nuestro sistema inmune?
La respuesta muy sencilla: tener una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable. Este no es un buen momento para las penitencias, ni para experimentar con la alimentación. No es tiempo de hacer dietas de hambre, ni de someterse a dietas para bajar de peso, ni para hacer restricciones calóricas, ni para pasarse al vegetarianismo puro, ni para ensayar la última dieta que apareció en internet. Cuando al organismo se le priva de suficientes nutrientes esenciales, los tejidos y las células indispensables del sistema inmunitario pueden disminuir en tamaño y número y dejar al cuerpo vulnerable a la infección.
¿Existe algún nutriente en especial que ayude con el estado nutricional?
El balance de los alimentos es fundamental, pero la proteína es el nutriente más importante, y mejor si es de origen animal. La proteína es la responsable de la formación de anticuerpos y participa en la síntesis y en la función de las células del sistema inmune. Los alimentos proteicos son además fuentes de los micronutrientes más importantes que contribuyen con el sistema inmune, como son el zinc, la vitamina B12, la vitamina B6, el selenio, la vitamina D, la vitamina A y el omega 3.
Puntualmente, ¿a qué alimentos se refiere?
Al pescado, el huevo, la carne de res, el pollo, la leche y el queso. Todos ellos son fuentes proteicas que, a su vez, contienen estas vitaminas. Es recomendable también incrementar el consumo de omega 3, que se encuentra en el aceite de oliva o de canola, o en pescados como el salmón y el atún.
¿Con qué frecuencia deben consumirse esos alimentos?
Al menos uno de ellos en cada una de las principales comidas.
¿Y qué decir sobre las frutas y las verduras?
Si hablamos de alimentación balanceada, tenemos que incluir los alimentos que contienen vitamina C, que hace parte de las vitaminas antioxidantes. Lo mejor es consumirla natural, en frutas y verduras, porque eso, además, contribuye a mantener una buena microbiota intestinal.
¿Alguna otra vitamina resulta importante?
Si, la vitamina E, que también es un antioxidante y se encuentra en el aguacate, el mango, las almendras y el maní.
¿Existe riesgo al suplementar vitaminas o minerales?
Sí, sobre todo las vitaminas liposolubles (A,D,E y K), que se almacenan en el hígado y pueden ser tóxicas. Con respecto a algunos minerales, cuando se dan en exceso generan deficiencia de otro, como es el caso del zinc y del cobre.
¿Qué alimentos se deben evitar?
La comida chatarra en general, la grasa animal, los dulces, las bebidas azucaradas, los chocolates, los dulces, los postres y el exceso de productos de panadería y pastelería. Estos alimentos aumentan el peso y disminuyen la microbiota intestinal.
¿Recomienda los complementos o los suplementos nutricionales?
Una alimentación balanceada es mejor y más barata que cualquier suplemento o complemento nutricional. Algunas personas que padecen enfermedades crónicas y se encuentran malnutridas o en proceso de recuperación nutricional pueden beneficiarse con un complemento nutricional. Pero cuidado: estos productos deben ser prescritos por un profesional de la salud, y seguramente no estarán disponibles en la tienda de la esquina, ni en las tiendas naturistas, ni en la despensa del vecino.
La actividad física no debe excluirse…
No, nunca. La quietud disminuye la masa muscular y reduce la respuesta del sistema inmune. Por eso, es necesario hacer ejercicio en la medida que el lugar donde habita lo permita. Puede subir y bajar escaleras, o hacer ejercicios de resistencia con el peso mismo de su cuerpo. No hay excusa: incluso en el espacio más pequeño es posible bailar.
Fuente: https://www.eltiempo.com